27 abril 2009

La génesis del nombre de Belén de Escobar

Trabajo presentado en el Undécimo Congreso de Historia de los Pueblos de la Provincia de Buenos Aires (Bahía Blanca 19 y 20 de abril 2007)
Como todos los pueblos, mi pueblo tiene su nombre y ese nombre tiene una historia surgida en la nebulosa de los tiempos pasados y remotos. Fue gestado en la mente de una criolla bonaerense, viuda y estanciera, con un futuro de grandeza. El nombre al que se aferró aquella dama, y hablo de Doña María Eugenia Tapia viuda de Cruz fue el de Belén y su nacimiento se produjo un 4 de marzo de 1877 junto a las vías del ferrocarril que unió desde 1876 la ciudad de Buenos Aires con el puerto de la actual ciudad de Campana. Ya se extinguían los malones y atropellaba el progreso, inmigrantes, alambradas, vías férreas chacras quintas estancias. Sarmiento luchaba empeñoso en educar al soberano, Avellaneda repatriaba a San Martín y Rosas moría en Inglaterra. Las plazas de Once y Constitución eran campos donde imperaban las tropas de carretas con sus bueyes. Edison inventa el fonógrafo y un francés de nombre Tellier resuelve el problema del trasporte de carne creando la cámara frigorífica que se aplica en las bodegas de los barcos. Es importante destacar que el 18 de abril de 1877, partía del puerto de Campana con rumbo a Europa el primer embarque de carne congelada, con este nuevo sistema de conservación. En aquel momento se vendían las parcelas para el surgimiento de Campana diagramada con calle diagonales y avenidas con la intención de que fuera la ciudad capital de nuestra provincia pero, Dardo Rocha funda La Plata. Es la época que comienza a surgir la ciudad de Belén y la Republica Argentina crece con fiebre de potencia. La viuda de Cruz era dueña de una estancia situada en la cañada de Escobar y el paso por sus campos del ferrocarril le dio sin duda la oportunidad de convertirse en la ejecutora de la creación del nuevo pueblo que dispuso se instalara en la parte mas alta de sus tierras. Ordena entonces el remate de un loteo de ochenta manzanas a los costados de las vías férreas. El pueblo de doña María Eugenia fue llamado Belén en homenaje a la Sagrada Familia del redentor y que la ilustre criolla reverenciaba en un altar en dependencia del casco de si estancia.
Imagenes del altar de doña Eugenia Tapia viuda de Cruz
Desentrañando la nebulosa de la historia encontramos que don Alonso de Escobar fue un criollo nacido en Asunción del Paraguay compañero de Juan de Garay que recibió en recompensa una suerte de estancia junto a una cañada distante unos cincuenta kilómetros al norte de la ciudad de la Santísima Trinidad (hoy Buenos Aires). Con el tiempo parte de esas tierras pasan a manos de don Nicolás de la Quintana quien en 1751 vende los derechos de propiedad a la orden de los padres Betlemitas ¿y quienes eran los curas Betlemitas o de la orden de Belén? Eran los encargados de administrar los hospitales de la ciudad de Buenos Aires por ser médicos. Cumplieron desde 1748 hasta 1822 con la altruista misión de curar el cuerpo y el alma de los enfermos. Los Betlemitas se destacaban por su hábito pardo con capas hasta las pantorrillas además de capuchas llevaban un sombrero cubierto con tafeta negra y sobre el lado izquierdo de los capotes lucían una lata oval donde estaba pintado el nacimiento de Jesucristo. Por usar babas largas también se los llamaba barbaditos – Así lo describió el jesuita Florián Paucke, que visitara Buenos Aires en 1749. Cerca de la propiedad de los Betlemitas vivían los Tapia, familia directa de doña Maria Eugenia (1803-1888), quien por tradición familiar recibió la influencia de los Curas Doctores abrazando la devoción por la Sagrada Familia de Belén. Entre 1755 y 1779 los Curas venden a Don Gervasio de la Cruz sus propiedades que con el tiempo hereda Antonio Cruz quien en 1821 se casa con Maria Eugenia Tapia. La ilustre Señora de Cruz engalana una dependencia de su casa con un altar donde las imágenes de la Sagrada Familia de Belén recibían sus oraciones. Con todo lo expuesto llego a la conclusión que estas imágenes representan la génesis del nombre de mi pueblo, hoy ciudad de Belén de Escobar. San José María y el niño Dios han llegado a nuestros días en perfectas condiciones en manos de los descendientes de la viuda de Cruz. Hoy la Ciudad de Belén es la Capital de partido Bonaerense de Escobar y ostenta el pomposo título de Capital Nacional de la Flor.